lunes, 4 de mayo de 2009

DESPISTE

Antes que nada, reconozco el tiempo que estuve sin actualizar, y es que las exigencias de la vida diaria a veces son demasiadas para una persona comun... Así que como yo soy el gran TAPPERMAN, y eso para mi no es excusa, mas vale me ahorro inventar motivos para disculparme cuando no los hay...
Esto es algo que nos pasa a todos. Pero a todos en su justa medida. A mi me pasa frecuentemente, y la verdad es que no está para nada bueno.

Cuando las destrezas físicas no son lo nuestro, nos quedan sólo las destrezas mentales, o intelectuales. Cuando uno es chico, estás destrezas no son valoradas, pero a lo largo del tiempo, los amigos, y gran parte del círculo social de uno, lo acepta como virtud.

Como siempre, primero uno tiene que aceptarse a sí mismo, y luego, por adhesión, los demás lo aceptan también. Ésto no significa que en vez de tener el trofeo de una maratón en la repisa, tengamos "La República" de Platón. Pero, a veces, manejar algunos conceptos tiene sus ventajas en diferentes ocasiones de la vida diaria. ¡¡¡Cuántos problemas habremos resuelto teniendo en cuenta el centro de masas!!! O las veces que hemos jugado al pool, y hacemos cadena pensando en las tangentes... La limamos groso cuando incorporamos algunos conocimientos...

Está bueno a veces sobresalir por esas cosas. Da un poco de satisfacción porque uno piensa, "ah, no era tan malo errarle al arco cuando iba a la escuela". Pero lo malo de que este tipo de habilidades sean las que mas se valoran de uno, hace que, cuando éstas se ven afectadas por alguna situación, resalten mas las idioteces que cometemos...

Ahí es cuando entra la anécdota de hoy. Resulta que estaba en la facultad, 4 días después de comprarme la moto. Llego, y resulta que había una charla, y debido a ésto, no teníamos clases. El profesor nos dijo algunas cosas sobre la materia, luego, el que quiso, se quedó a la charla, y el que no, se fue "pa' las casas". Como tengo otras actividades en la facultad, me dispuse a irme una hora después de que salimos del salón.

Cuando busco las llaves de la moto, ¡no estaban! La vida volvía a jugarme una mala pasada. Se aprovecha porque uno no le puede decir nada. Ahora que lo menciono, a veces parece que la vida se abusa de nosotros...

Pero bueno, como no me gusta irme por las ramas, continúo con mi relato. Comencé a buscar las llaves en el salón donde curso habitualmente, y en el otro salón al que había entrado, una y otra vez, y las llaves no aparecian.

Busqué en el trayecto desde donde estaba la moto hasta los salones, una y otra vez, y las llaves no aparecían. A todo esto, llamo a casa para que me alcancen el juego duplicado de llaves. Mi vieja se re-portó. Mi amigo J.B. miró la moto y dijo "a mi me salió $50 cambiarle la cerradura, a vos te debe salir $100". Se me esbozó una sonrisa al pensar que la jodita de la vida no saldría tan caro. Al ver mejor la situación, a la luz de la linterna (para quien no lo sepa, curso en el turno noche), me dice "uyyyy, esto está todo integrado, te va a salir bastante mas carito"... A lo lejos volví a oir las carcajadas de la vida. [¬.¬]

Pasé a preguntar por los salones, y por la cantina, una y otra vez, y las llaves no aparecían.
Pregunté a mis compañeros, una y otra vez, y las llaves no aparecían.(Ahí me di cuenta lo inútiles que son los celulares en un lugar donde las estructuras cortan todo tipo de señal).
Finalmente desesperado, y con media facultad al tanto de mi incapacidad para saber donde dejo mis cosas, me dirijo al último recurso: Ir a Bedelía a preguntar el teléfono del profesor para preguntarle si no había visto las llaves.

Entro a Bedelía...
TAPPERMAN: Hola, quiero saber el teléfono del profesor ETCÉTERA, de Comercio Exterior...
BEDEL: A ver... ETCÉTERA, ETCÉTERA... No, no lo tengo. Tengo el de LAND ROVER, el otro prfesor que da esa materia, lo querés?
TAPPERMAN: No gracias, es por un tema ajeno a la cátedra (ya le había dicho a tantas personas que se me habían perdido las llaves que no quería decirle a nadie mas).
BEDEL: ¿Pasó algo?
TAPPERMAN: (Difícil de convencer, como siempre) Si, perdí un juego de llaves.
BEDEL: Ah, vos sos el de las llaves!
TAPPERMAN: (sudando bronca y pensando "¿hasta vos te enteraste, man?" Si algo viaja mas rápido que la luz, son los chismes) Si.
BEDEL: Están acá. El profesor las encontró y las trajo. Eran unas llaves de auto?
TAPPERMAN: (No voy a explicar de qué son las llaves) Si. Gracias loco.

Después tuve que decirle a medio mundo que había encontrado las llaves, y dónde estaban... Y, si bien trato de moderar el lenguaje cuando escribo, los comentarios mas abundantes eran "¡Qué boludo!" y derivados de la expresión...

Fue muy fuerte para mi ego, aún lo está tratando de superar.
Ni hablar de las veces que me pongo loco buscando las llaves que tengo en el bolsillo, o el DNI que está en el piso, o cosas que tengo en la mano. Si... A veces busco cosas que ya encontré.

El despiste es un problema serio. Es uno de los defectos que mas me preocupan. Pero, supongo que el tiempo lo resolverá antes que me de cuenta :P