martes, 4 de agosto de 2009

LA PROFECÍA DEL NO NACIDO (UNBORN)

- Cuanto más creativa es la ficción, más nos sorprende la realidad -

Antes que nada, voy a decirles a quienes llegaron aquí buscando la película, no prosigan leyendo porque algunos detalles de la trama serán develados durante la narración.

Caía la madrugada de un sábado cercano al día del amigo. Decidimos juntarnos todos en pleno estado de sitio por la gripe A, emm... quiero decir, en plena semana pico. Como pocas veces, nos juntamos en mi casa. Éramos alrededor de 10 personas.

- Vamos a ver una película - Sugerimos. No había muchas opciones, ya que yo tenía un poco de sueño, del frío era considerable, el sueño lo podía a mas de uno, los boliches eran un pase gratis al contagio de la pandemia y el sueño me estaba ganando. Por si no quedó claro: YO TENÍA SUEÑO.

Habíamos alquilado una de comedia y una de suspenso. Pero la elección fue ver una de terror. UNBORN. Podríamos haber hecho cualquier cosa, pero teníamos que elegir esa película. Sino, hoy no habría anécdota.

Nos disponíamos a verla y estábamos bastante compenetrados en la película. Yo ya la había visto, pero la vez anterior, tenía mas sueño todavía y tuve dos siestas de 20 minutos en el medio... Cuestión que mas o menos la tenía, pero podía verla de nuevo con el mismo entusiasmo que si no la hubiera visto.

Comienza la película. El fantasma de un niño acecha a una ch
ica, hace ruidos extraños para llamar su atención y le pega el susto cuando se le aparece, con la frase "Jumby quiere nacer ahora" (medio salame este Jumby porque parece ser que no sabía que en el mejor de los casos tenía que esperar nueve meses). Habían pasado 15 minutos cuando llegaron los últimos dos invitados Andrei y Dai. En un completísimo resumen Deb les contó lo que llevábamos visto de la película. Y estábamos todos pendientes de lo que sucedía.

De repenté se oyen golpes en un vidrio. Pensé "carajo, esto no lo recordaba!!" al mismo tiempo que reaccionaba que los golpes provenían de la puerta de mi casa y no de la tele. Se levantó un murmullo entre todos los que estábamos reunidos. Intentando no pensar en la película, me dispongo a abrir la puerta, cuando veo que la sombra de la persona que había golpeado se iba. Me sonó raro.
Miré disimuladamente por la ventana y estaba una mujer mayor caminando descalza hacia el cementerio (el cementerio está a aproximadamente una cuadra de mi casa). Lo primero que pensé fue "amenazaron a esta señora para que golpee en la puerta de mi casa y se vaya. Me quieren robar" pero la mujer precisaba ayuda, así que por si las dudas cargué dos armas potencialmente letales: el gas pimienta, el puñal del asado. Salí, delegando a mi hermana menor la tarea de despertar a mi viejo para que me ayude. Si, una vez mas el heroismo de TapperMan no es resolver las cosas solo, sino saber a quién pedir ayuda. A todo esto Snynph llamó a la plolicía, Nadia hablaba y nadie recordaba el número de puerta de mi casa.


Snynph quedó custodiando la puerta de mi casa mientras fuimos en la búsqueda de la señora que ya había cruzado la avenida de la esquina de mi casa y se dirigía hacia el cementerio. Antes de que me diera cuenta, Deb la había sostenido de un costado, mientras yo la sostenía del otro y mi papá le decía "tranquila, estamos con vos, me reconocés?". Mi viejo le dio el celular al Colo para que llame a las hijas de la mujer. Al oir el nombre de su hija, la señora gritó "mi hija!!" y tendió a desmayarse. Justo mientras tanto llegaba el patrullero de la policía. No me alcanzaban las manos para esconder el puñal. Subieron a la señora al patrullero, y yo me fui caminando con mi viejo y el Colo. Seguía tratando de esconder el puñal q era mas grande que cualquiera de mis bolsillos.

La situación se resolvió cuando llegó la hija de la señora y se hizo cargo de ella. Aparentemente la mujer había estado tomando mal la medicación. Lo más curioso del caso es parece ser que el primer hijo de la señora había fallecido. Tal cual como contaba la película. Como no podia ser de otra manera, nosotros terminamos suspendiendo la película y cambiandola por la de comedia. Ese tal Jumby terminó siendo conocido como Yummi, y cualquier acontecimiento era motivo de un chiste a mención de que se iba a aparecer. Fue algo digno de recordar... o mejor dicho, algo difícil de olvidar.