martes, 30 de septiembre de 2008

Historias del MATE, Fascículo II

Como muchos de ustedes sabrán, y muchos no... Igual, tampoco son tantos los lectores... En fin, cada mañana cuando llego a trabajar, cargo mi termo con agua caliente, preparo el mate, sin azucar (porque me quedé sin, y nunca recuerdo traer mas), y trabajo al ritmo del reggaeton, mientras tomo mate.

Para los que no entiendan nada de lo que estoy diciendo, trabajo haciendo planos y manejando bases de datos en una empresa de electricidad. Básicamente, es trabajo de escritorio.
Bueno... Habíendonos ubicado temporoespacialmente, una mañana no muy distante me encontraba con el mate recien preparado para echarle el primer chorrito de agua, mientras leía piropos en una web... Uno de ellos decía "Te entro como talibán a la torre". Luego de un momento de recapitulación en el que rebobino los recuerdos hasta encontrar algo que se corresponda con lo leído, recordé el incidente de las torres gemelas, y salió de mi una risa, de esas cuando uno tiene la boca cerrada y larga aire por la nariz...

Hasta ahí venía todo bien... pero el detalle fue el mate recién cebado, que, al mejor estilo "ejemplo de transporte neumático", fue desprendiendose de la yerba seca que se encontraba en la parte de mas arriba... Mi monitor y mi teclado quedaron llenos de polvillo de yerba. Y yo, con mi discimulo característico, lo primero que hice fue mirar a todos los costados como diciendo "hice algo, pero no lo miren".

Afortunadamente, mucha gente en la oficina viene realmente a trabajar y no a mirar lo que hacen los demás. Una especie de "Rescatado por la responsabilidad ajena", nadie se percató de mi incidente esta vez.

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