viernes, 29 de febrero de 2008

Objetivos por conquistar

A veces nos damos cuenta de que fijar objetivos pequeños es una buena forma de alcanzar graneds objetivos que por ahí deseamos...

Vamos de a poco, poniéndole fichas a nuestra estrategia, dejándola en manos del azar inevitable. Una vez logrado el pequeño objetivo, nos expandimos según las posibilidades a nuestro alrededor. Sin perder nunca de vista el objetivo principal. Como si fueramos un ejército conquistando países. Podríamos decir, por tirar un nombre al azar... el EJÉRCITO VERDE.

Comenzamos con un contexto incierto. Prácticamente escapa de nuestras manos decidir dónde, cómo, y rodeados de quién vamos a comenzar. Aunque no tenemos control total de nuestra posicion inicial, podemos elegir entre las posibilidades que la situación nos ofrece. Por ejemplo, si queremos conquistar el Sur, de poco vale comenzar por Norte. Tampoco es determinante nuestro objetivo principal, aunque no debemos perderlo de vista. Si nos hallamos en una región, de la cual la mitad de sus partes está en nuestro poder, podríamos comenzar por apoderarnos de ella.

En fin. Una vez que tenemos el objetivo secundario, ya resulta mas viable la idea de ir por el objetivo principal. Podemos contar con una mayor cantidad de recursos, propia de la posición que hemos alcanzado. Entonces nos lanzamos al acecho de nuestro objetivo principal. Podemos caer por ambiciosos, si por acaparar mucho, protegemos poco. Podemos caer por descuidados, si por ir expandiendonos, debilitamos el interior. Pero todo sea por alcanzar la meta.

Luego de muchos pesares nos hallamos dispuestos a concluir con la tarea. Arriesgamos todo lo que tenemos porque estamos a unos pocos pasos de llegar al final. Es el momento de avanzar o perecer en el intento.

Pero... Rayos! He crecido tanto por aquí que no ví que otros han creció por allá. La resistencia se hace incontenible, y aunque estuve a punto de cumplir mi objetivo, alguien ha realizado una mejor estrategia y mi derrota es inminente. Intento aplicar todas las teorías psicológicas, matemáticas y estratégicas, pero es en vano. Le grito a mi competencia en el típico manotazo de ahogado "Ten piedad de mi inexperiencia!" o tácticas extorsivas como "Si me ganás no te sirvo", escondiendo tras la espalda la botella de coca que estaba sobre la mesa.

Pero todo es en vano: Las pizzas las pagamos entre todos, y no es justo que no las comparta. La estrategia se vuelve una idea absurda y los dados del azar destruyen la ilusión. Mi ejército es derrotado. Y así es como nos han hecho moder el polvo de la derrota cuando jugamos al TEG, y al TEG REVANCHA. Amigos que dividieron sus caminos de jóvenes y fueron amontonados nuevamente por el viento. Noches memorables que espero vuelvan a repetirse.

Bueno, como el GIF animado no quedó, subo la tira de imágenes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ja ja ja ja, qué bueno que está. No me imagino quién puede llegar a ser ese nefasto jugador verde, pero pronto recibirá su merecido.

El .gif no se ve, me dejó con todas las ganas. Ahora pruebo si me lo puedo bajar.

Y tranquilo que esas noches se van a repetir muchas, pero muuuchas veces más.

Un saludos a los 3 ídolos del TEG.