viernes, 5 de octubre de 2012

Una receta fácil para un jueves por la noche...

Les cuento algo. Cuando maten a un perro, no lo pongan en su blog. Cada vez que quieran escribir un nuevo artículo, van a ver esa publicación horrible y se van a poner tan tristes que no van a querer publicar otra cosa. Bueno, comentario aparte, les dejo una receta para celebrar el retorno:

"Para la salsa: Primero, picas la cebolla. Después, le entrás al rolisec para secar la superproducción disfuncional de tus lagrimales. Acto seguido, salteás la cebolla en un poquito de aceite de oliva. Le ponés un poquito más, porque por picotero se te quedaron pegadas algunas. Rasqueteas la sartén de teflón con la cuchara de madera. Le das con más fuerza. Le aplicás movimientos rápidos y repetitivos. Te resignás a que si no lo pudiste despegar vos, menos se va a despegar solo. Le echás el puré de tomate, que si no se estuviera por vencer, hacías la fugazzeta que tanto se te antojaba. Volvés a calentar la sartén porque el puré estaba recién sacado de la heladera y te enfrió la salsa entera. Le echás la sal. Te das cuenta que tu salero no tiene mas sal. Te da fiaca ponerle sal al salero, así que le echás del paquete. Le echás la pimienta. No ves caer pimienta del molinillo. Igual le seguís dando hasta que te convencés de que ya debe haber salido lo suficiente. Le mandás orégano. Le mandás provenzal. Si, ese que compraste a principio de año y solamente usás para condimentar el bife de chorizo. Mirás el facebook. Te resignás a que esa otra parte que se pegó no se va a salir cuando vuelques la salsa.
Para la masa: Agarrás harina integral. La sacás a cucharadas hasta que el nivel del bol de la batidora te convence de que te alcanza. Le das un poquito de polvo de hornear que no sabés que químicos del carajo le pondrán para hacerlo. Le ponés sal, del paquete, claro, el salero sigue vacío. Mezclás bien con tenedor. Barrés lo que se te acaba de caer al piso. Le echás un chorro de agua. Rogás que se termine de unir porque sino tenés que ponerle más harina y vas a tener mas masa de la que podés comer y no te va a quedar otra que invitar a alguien con alguna excusa que sea cual sea será poco creible dado que son las 11 de la noche y cualquiera se da cuenta de que es porque hiciste comida demás. Además de que ya comieron todos. Seguís mezclando, afortunadamente el agua era la cantidad justa. Aceitas la asadera. Te pasás de aceite. No importa, total la masa lo absorbe, y sino te patina la asadera con diseños que ni el mas intrincado pintor podría replicar. Tomás el bollo de masa con las manos, lo aplastás hasta darle forma achatada. Lo ponés en la asadera y con la yema de los dedos seguís estirandolo. Cuando los dedos no dan más, entrás a estirarlo con el talón de la mano. Cerrás todos los agujeritos que quedaron. Mandás al horno 10 minutos.
Cuando te querés dar cuenta, ya pasaron 15 mirando un capítulo de The Big Bang Theory. Sabés que tenés que ponerle la salsa, pero no querés perderte el final. Sabés que podés ponerle pausa, pero tu problema de ansiedad gana la batalla. Cuando termina el capítulo, ponés la salsa sobre la masa. Suspirás aliviado de que lo que se pegó, sigue pegado. Le agradecés desde el inconsciente a tu cuchara de madera. Te das cuenta de que hiciste el doble de la salsa que necesitabas. Todo para aprovechar el tomate antes de que se venza. Ponés al horno de nuevo. Le das mas tiempo porque la salsa ya se volvió a enfriar y encima de que tiene que calentarse, también tiene que reducirse un poco más.Empezás a cortar el queso. Te das cuenta de que no te alcanza y sacás uno de los 8 que tenés congelados, gracias a que tu mamá te trajo una horma entera de Makro. Intentás cortar el que recién sacaste del freezer y todavía no se banca el cuchillo sin volverse astillas de queso. Te ponés a redactar tu aventura en la cocina como si fuera la primera vez que hacés esto...


Le das "Me gusta" al primer comentario, y seguís, sin decir lo q estás haciendo como si la gente no se hubiera dado cuenta ya... Y te hacés el misterioso como si fuese una ciencia hacer una pizza.

Sacás la preparación del horno y te das cuenta que después de redactar tu "estado" en facebook, la salsa ya tiene un porcentaje de humedad mas bajo que el chapadur recién templado. Hacés un chiste de analista de procesos de Fiplasto que nadie entiende, salvo que trabajen ahí.

Le ponés el queso que ya tenés cortado. Te das cuenta que efectivamente te quedaste corto. Le sacudís con toda la furia al queso congelado. Te das cuenta que esa parte ya se descongeló y te crees piola como si lo hubieras hecho a propósito y en realidad te colgaste en facebook. Terminás de poner el queso a la pizza y espolvoreás con orégano. Si, orégano de nuevo, porque si no tiene orégano arriba, a la pizza le falta algo. Al horno de nuevo."


...algunos de tus seguidores creen que tenés ganas de volver a escribir como antes. Sabés q es cierto. Alguno capaz que lo usa para un stand up. No hay dramas, pero por favor, denle crédito a TapperMan, fue su idea...



Espero volver con más frecuencia, al próximo artículo le pongo mas onda.

2 comentarios:

Gabriel dijo...

no habia visto q volviste a escribir!!

TAPPERMAN dijo...

Si, la idea es volver. A veces redacto artículos enteros que nunca publico, pero es como que estoy venciendo de a poco la autocensura.