jueves, 3 de enero de 2008

Desventuras caninas en dos ruedas

Como algunos de ustedes sabrá, si han leído la entrada anterior, he pasado por muchas en la moto. Pero hablo de dos ruedas, porque quiero incluir a la bici también. En algún momento pensamos que lo peor que puede suceder entre un perro y un ciclista es una mordida. Hasta que nos damos cuenta de que si queremos esquivarlo levantando una pierna puede darnos lumbalgia. Si tenemos la fortuna de contar con un vehículo motorizado, eso no trae peores consecuencias que 5 inyecciones y 5 dias en cama soportando dolores de los mas intensos. Si no contamos con un vehículo motorizado, el sufrimiento se prolonga a los primeros dias del alta, ya que con temor de que vuelva a sucedernos y alguna secuela que queda por sanarse, el viaje en bici parece ser una tortura. Yo soy de los primeros, tengo la "Máquina de la Muerte" con la cual nos estamos llevando bastante bien.

Un día, camino al trabajo, me pasó algo que nunca antes había vivido. Otra vez con perros. Pero esta vez pareció tratarse de una pandilla. Llegando a la esquina, me dispuse a frenar, ya que venía un auto por la calle que estaba por cruzar. En eso, se vienen acercando hacia mi cuatro perros, dos de cada lado. Pensé "si no me muevo, no se me van a acercar, porque les atrae el movimiento". Para los que piensen asi, sépanlo: ES MENTIRA. Los perros se venían acercando hacia mi, y pude ver al auto cruzando detrás de ellos a unos 40 km/h, pero para mí tenía la lentitud de una tortuga enyesada.

Viendo como las cuatro alimanias se acercaban a mi, comencé a hacer sonar mas fuerte el motor, cuestion que ni bien el cacharro terminara de cruzar la calle, saldría picando a mas no poder. Pero debía esperar que el auto terminara de pasar.Por si no lo notaron, esos segundos fueron interminables.

En eso, uno de ellos que parecía ser el jefe de la pandilla se acercó mas, y me miró a los ojos. Pude percibir un desafío: SALIR ILESO.

Cuando lo que para mi en ese momento se había transformado en una limousine con 3541646 ventanas terminó de pasar, puse primera y aceleré a fondo. Lo único q me faltaba era que errara el cambio y la moto se detuviera dejándome a merced de las bestias. Para mi fortuna, no sucedió, y salí andando como si estuviera jugando una picada por mi vida. Y realmente lo estaba.

El jefe y su mano derecha quedaron atrás. Pero aún faltaban dos secuaces. El último se avivó y empezó a encerrarme. Cuando estaba por quedar atrás, con todas sus fuerzas pegó un salto y alcanzó a desgarrar la botamanga izquierda de mi pantalón entre sus fauces. Fue lo último que osó hacer ese perro delante de mi. Paré la moto y lleno de ira saqué la linga para azotarlo, cuando noté que se me hacía tarde para entrar a trabajar. Jamás volvi a ver esa pandilla... Porque intento evitar esa esquina cada dia de mi vida.
¿COBARDÍA? Nahh... yo prefiero llamarlo ASTUCIA...

"Si no puedes con tu enemigo, esquívalo"

5 comentarios:

Anónimo dijo...

nooo.. qe capoo.. qe buenaa esa.. astuciaa.. espero vert prontoo jaja.. nos vemos por ahii..

[i]besoootee[/i]

ya qe se puede usar.. jaja

Anónimo dijo...

no salioo!!

mier..

vos entendes no?

=s jaja..

TAPPERMAN dijo...

Si, quisiste poner cursiva O.o
:D
Gracias por pasar!!!
Está bueno saber q se lee lo q escribo jajaja...

Gabriel dijo...

jajajaj
yo si se escribir asi...

bah, creo...

Anónimo dijo...

holas que bueno ta el blog!!!!jajajja si me acuerdo de cuando esquivaste el perro pro quedaste dañado por unos dias jajajaj

y lo del mate tu fiel compañero...
siempre va con vos...

besos

stefiss